¡NOS VAMOS AL CASTILLO!
Muchos nervios y emoción. Así nos levantamos ese día, el día de la excursión.
En un autobús muy alto sentaditos y con nuestro cinturón, podíamos ver desde arriba toda la ciudad. ¡Qué curioso! Desde el coche de los papás no se ven tantas cosas.
En muy poco rato llegamos a nuestro destino. El chofer nos dejó junto a unas murallas de piedra. Allí las seños se aseguraron de que estábamos todos y nos hicimos una foto.
A la entrada, en el patio, nos recibió una señora que sabe muchas cosas de la época medieval. Nos explicó que lo que íbamos a ver no era un castillo sino una fortaleza que perteneció al señor de un castillo.
Esta fortaleza la habían construido para defender la zona del asalto de los piratas y en ella vivían los soldados. Unos luchaban a caballo cuando se abría el puente levadizo y otros desde las almenas.
No pudimos ver el foso porque lo habían tapado para que las personas que visitan este lugar no sufran ningún accidente, ya que los fosos son profundos y peligrosos.
Visitamos una sala donde pudimos observar todos los utensilios que se utilizaban para practicar un deporte que se llama esgrima.
Nos hicimos fotos en la garita donde se refugiaba el soldado vigía. ¡Qué frío!
También tenemos fotos para el recuerdo junto a unos cañones. Éstos son un poco más modernos, pero a pesar de eso tiene muchos, muchos años.
¡Ah! Y una cosa muy curiosa. Había un cuarto de baño en una habitación en lo que antes era el calabozo. ¡Oh qué aventura!
De regreso al cole veníamos cansados pero muy contentos.
¡Qué cole más fantástico! Ahora podemos decir…
Que en él puedo aprender
Tener muchos amigos
Y ser muy, muy feliz.